Puedo verlo, en ese instante te das cuenta de que no eres una historia triste; estás vivo.
Te pones de pie, ves las luces sobre los edificios y todo lo que hace que te asombres.
Escuchas la canción de aquella noche en el coche con las personas a las que más quieres en el mundo.
Y, en ese instante, sientes que somos infinitos.