martes, 31 de diciembre de 2013

Y le quieres.

—Soy un desastre. 

Y piensas “sí, qué desastre de persona”. 

Pero te le quedas mirando mejor y es un “qué desastre más bonito, joder”. 

Y sonríes. 

Y te quedas.

domingo, 22 de diciembre de 2013

Nunca.

No te enamores tampoco de un poeta. Ellos nos convierten en metáforas y nos reescriben tantas veces que al final no sabes quién eres, no sabes si eres tú la musa o alguien más. Además, mienten gloriosamente bien. 

Todo cambia.

Es increíble cómo pasan las cosas en la vida, ¿no crees?

Un día estás en un lugar y de repente ya no existe. Un día todo aquello que te hacía feliz, ahora te hace llorar y viceversa. La nostalgia pasa a ser un recuerdo y algunos de esos recuerdos, nostalgia. Pasas de vivir para morir, a morirte por vivir. Pasas de querer lo que siempre habías odiado, a odiarle por quererle.

domingo, 15 de diciembre de 2013

MM.

¿Sabes cual es tu problema?

Te acostumbraste a sólo soñar, a hacerte la fría y a tratar de no enamorarte... pero de repente aparece alguien en tus planes, te asustas y niegas lo que realmente quieres por temor a sufrir.

Te espero.

Sé que mi amor es mucho más. Va mucho más lejos que lo que pueda sentir esas personas, y lo sé. Lo noto en mis ojos, en la forma que late mi corazón, en como suspira mi ser cada vez que oigo tu nombre, en cómo se tambalea mi espíritu tan sólo de pensarte y en cómo se me va la vida con tan solo soñarte. Te esperaré lo que haga falta. No hay obstáculos para dejar de amarte. ¡Já! Me hace gracia... ¿Dejar de amarte? ¿Cómo se podría? ¡Imposible!  Si yo he nacido y dios me ha encomendado una misión es sin duda la de amarte con toda mi alma y hacerte feliz de por vida.

Eramos hermosos.

Os han hecho creer que debéis ser así, pero no es verdad. ¡Somos jóvenes! Es normal que bebamos demasiado, es normal que tengamos mala actitud y que queramos follar como conejos, ¡estamos diseñados para la juerga!, es lo que toca. Sí, algunos palmarán de sobredosis o se quedarán de la olla, pero Charles Darwin dijo que no se puede hacer una tortilla sin romper algunos huevos... y de eso va todo: de romper huevos. Y por huevos me refiero a ponerte ciego con un cóctel de pastillas. Si pudierais veros... ¡Se me parte el corazón! ¡¡Lleváis chaquetas de punto!! ¡Lo teníamos todo! La hemos cagado más fuerte y mejor que ninguna otra generación anterior a la nuestra. ¡Éramos preciosos!, ¡somos unos inútiles! Yo soy un inútil y pienso ser un inútil hasta los veintimuchos, incluso hasta los treinta y pocos ¡y me follaría a mi propia madre antes que dejar que esta o cualquier otra me quite eso!

viernes, 13 de diciembre de 2013

Lejos.

—Llévame lejos, lejos, lejos. Donde mi pasado no me encuentre.
—Lo haré. ¿Acaso no te lo prometí, amor?
—Lo hiciste, pero todo el mundo rompe sus promesas...
—Bueno, yo no formo parte del mundo, yo formo parte de ti.

Ay, el amor...

Ayer me pidió una cita, y yo le dije que sí, ¿qué iba a hacer sino? Me pareció muy raro que me pidiera una "cita", así, a la antigua, pero es que él es así: un romántico sin remedio. A las 8 oigo que llama a la puerta. Le abro, me da un beso en la mejilla y nos vamos a un bar. La noche pasa muy rápido y sin darnos cuenta ya es la hora de irnos a casa. Y, la verdad, no ha sucedido nada del otro mundo; un par de miradas y poco más. Me esperaba algo mejor, aunque no puedo quejarme porque en realidad no sé cómo tienen que ser las citas, nunca antes me habían pedido una, algo normal, creo yo. Él, muy caballeroso, me acompaña hasta la puerta de mi casa. Nos miramos muy fijamente, como queriendo leernos la mente el uno al otro y sin darme cuenta cada vez estamos más cerca, casi rozándonos. Me da un beso en los labios y en ese instante parece que el mundo se va a parar. El mundo se para y mi corazón cada vez late más y más rápido, que ironía. Nos separamos muy lentamente, aún con el corazón a mil; no quiero que este momento se acabe nunca. Me da un beso en la mejilla y me susurra al oído que soy preciosa y que quiere volver a verme. Puedo sentir mariposas en el estómago. ¡Mierda! Esto no puede estar pasando. Esto no debe pasar. Pero, ay, es que piensa que soy preciosa. Nunca antes me lo habían dicho de ese modo, con esa ternura. Entro en casa y me meto en mi habitación cerrando la puerta. Me tumbo en la cama y no puedo dejar de pensar en él. Tengo esa sonrisa de idiota en la cara que tanto odio, y en mi cabeza sólo suena una y otra vez su voz: "eres preciosa". Soy preciosa para él y eso es lo único que me importa. Estoy perdida.

Si, a ti.

"Arañarte, destruir todas las cosas que me alejan de ti, morderte, deshacer tus dudas, besarte, hacerte el amor como nunca antes, quererte, que me elijas entre todas, que yo te siga buscando en la multitud, poseerte. Te quiero a ti."

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Ave.

Quiero alguien que persiga mis labios bajo la lluvia, que atraviese la noche buscando mis brazos, quiero alguien que me necesite para saciar sus antojos, quiero alguien que me desee como agua en el desierto. Te quiero. A ti. Y es que me gusta cuando me controlas con la boca. Hablando, besando, chupando, lamiendo, lo que sea que hagan tus labios y tu lengua hipnotizan mi independencia.

El capitan fue a comer y los marineros tomaron el barco.

Toda esa gente. ¿Qué hace? ¿Qué piensa? Todos vamos a morir, todos nosotros. ¡Menudo circo! Debería bastar con eso para que nos amáramos unos a otros, pero no es así. Nos aterrorizan y aplastan las trivialidades, nos devora la nada. 

martes, 10 de diciembre de 2013

Contigo.

Sí, sé que suena muy egoísta, pero no quiero que nadie más se entere de lo increíble que eres, no quiero que nadie más te de abrazos o besos, sólo quiero que tú estés conmigo. Por favor, quédate siempre aquí, a mi lado. Porque no quiero que encuentres a nadie más. 

viernes, 6 de diciembre de 2013

Yo, minoria absoluta.

¿Quién eres?

Digo, de verdad. 

No eres tu estatura o tu peso. No eres tu edad. Mucho menos eres tu género o el lugar en donde naciste. 

Eres tu libro favoritos. Eres la canción atrapada en tu cabeza y lo que desayunas los domingos. 

Eres mil cosas. Pero el mundo siempre escogerá ver el millón de cosas que no eres (alto, delgado, sociable, guapo, inteligente...).

No eres de dónde vienes. Eres a dónde vas.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Puta.

Siempre la misma historia. "Tienes que vestirte así", "no puedes hacer esto", "debes irte con esta gente". No. Basta ya de prejuicios. Cada persona es como es, somos únicos por mucho que alguien se empeñe en demostrarnos lo contrario. No somos perfectos, no podemos ser perfectos; simplemente porque la perfección no existe y aún así nos empeñamos en llegar hasta ahí. No podemos ser los típicos príncipes y princesas de cuentos de hadas. Y es que, lo único que tengo de princesa es la P de "puta". 

domingo, 1 de diciembre de 2013

Fantasia.

Tal y como la había imaginado, la pintó. Ella era sexo y sensualidad, era su necesidad. 

Todo se acaba.

Llega un momento en el que te das cuenta de que nada es para siempre, y tratas de mantenerte frío y no encariñarte con nadie, sólo para evitar el dolor que se siente cada vez que pierdes a alguien. 

La noche es un buen momento para pensar.

—¿Será verdad?
—Creo que sólo me está ilusionando.
—Pero, ¿y si es verdad?
—No creo, a mi no me suele pasar eso.
—Pero, ¿y si esta es la excepción?
—No quiero salir herida.
—¿Confío o no?
—Esto es imposible, seguro que es una broma o algo así.
—¿Y si es verdad que me ama?

Don’t fall in love with the curious one. [Traducido]

No te enamores de una persona curiosa. Querrá saber quién eres, de dónde vienes, cómo es tu familia. Mirará todas tus fotografías y leerá todos tus poemas. Vendrá a cenar y hablará con tu madre acerca de cómo su curiosidad le ha enseñado cosas muy útiles. Te pedirá que explotes cuando estás enojado y que llores cuando estás herido. Te preguntará qué significa esa ceja levantada. Querrá saber tu comida favorita, tu color favorito, tu persona favorita. Te preguntará por qué. Va a comprar esa cámara que te gustó, prestará atención a esa banda que amas en caso de que haya un show cerca, te llevará ese suéter al que le sonreíste una vez. Aprenderá a cocinar tus comidas favoritas. Los curiosos no se conforman con el exterior, desean el interior. Ellos quieren lo que te hace pesado, lo que te hace sentir incómodo, lo que te hace gritar de alegría, ira y angustia. Su piel se convertirá en páginas en las que aprenderás a derramar tu ser. No te enamores de una persona curiosa. No dejará un suspiro sin explicación. Querrá saber qué hizo exactamente, qué hizo para que la amaras. Año, mes, día, semana. “¿A qué hora fue? ¿Qué dije? ¿Qué hice? ¿Cómo te sentiste?”. No te enamores de una persona curiosa, porque he estado allí. Desabrochará tu camisa y leerá cada cicatriz, cada marca, cada curva. Explorará cada una de tus extremidades, cada órgano, cada pensamiento, cada ser. Después caminará de regreso a casa y comerá su cena y nunca devolverá tus llamadas. Tú nunca serás su excepción para toda la vida. Tu corazón será un misterio pero no por mucho tiempo. No hay dolor como amar a un curioso que persigue cada estrella caída y nunca la atrapa. Que viene y ve y conquista y se va. Yo me enamoré de una persona curiosa, quizás un día tome el tren de regreso a casa y sea lo suficientemente curioso para leer un último mensaje de mi parte tallada en un asiento. “Hay una curiosidad en ti que te hará mover montañas algún día sin ningún esfuerzo como me has movido por años”.

sábado, 30 de noviembre de 2013

Miedo.

Tengo miedo.
Pero es un miedo diferente.
No es como el miedo de quedarte sola en casa o el miedo de dormir con todas las luces apagadas.  
Es miedo a que te hieran, a que des todo por alguien y no recibir nada o, simplemente, a cagarla continuamente.
Es un miedo irremediable en el que no puedes dejar de pensar; aunque hay algo en ti que te dice “no tengas miedo y haz lo que realmente quieres hacer”.
Es algo incompatible con algunas personas, pero a la vez muy compatible en ti.
Es miedo a decir lo que quieres de verdad por lo que pueda pasar.
 

Somos jovenes.

Eres adolescente. Te enamoras de alguien que tal vez no sabe ni cuál es tu nombre. Tu corazón dirige a tu cerebro. Te sientes mal con tu cuerpo. Puedes despertar comiéndote el mundo o quizás el suelo. Estás perdido y no sabes qué camino seguir. Dices que te gusta estar sólo, pero lo único que deseas es tener gente cerca de ti. Odias la distancia. La música es la única que te entiende.

Sí, cariño, en eso consiste este momento. Dicen que es "la mejor época de nuestra vida"; pues si esta es la mejor época, no quiero ni imaginarme cómo va a ser el resto.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Mi amigo Jack.

—¿Qué te propones con toda esta mierda?
—Olvidar. Que me olviden. ¿Quieres un cigarro?
—¿Para qué? ¿Para fumarme la salud?
—¿Un trago?
—No.
—Qué valiente eres.

Miel.

Dime qué se supone que debo hacer con todos los abrazos que no te he dado aún, con todos los besos que he guardado. 

No pueden ser para nadie más. Son tuyos, están hechos a tu medida y a la mía; a la medida que tenemos cuando estamos juntos. 

A mi ya no me caben más en el corazón, son demasiados. Si quieres los tiro a la basura. O si quieres los guardo un poco más. Pero júrame que vendrás a por todo el amor que tengo aquí con una dedicatoria para ti. 

Parece mentira, llegaste a mi vida de la nada y no me dijiste siquiera que si podías acomodarte a ella; me senté a esperar que te marcharas (como todos), pero aquí sigues, en el rinconcito que he dejado para ti en mi corazón de piedra. 

martes, 26 de noviembre de 2013

Ni una lagrima mas.

Mírate, tienes toda la vida por delante. ¿Por qué cojones lloras? ¿De verdad crees que le importas? Nadie se merece tus lágrimas, tenlo claro. Y el que de verdad se las merece, no te va a hacer llorar jamás, joder. 

lunes, 25 de noviembre de 2013

K. Iribarren.

«No te vayas, no me dejes así», te hubiese dicho entonces. Pero no dije nada, sin embargo. Me quedé quieto, allí, bajo la lluvia, como un perfecto imbécil, viendo como te ibas para siempre. 

¿Felicidad?

Esas ganas interminables de querer quemar, romper, destruir, patear, golpear, gritar, llorar por cualquier cosa. 

Pero lo único que te sale es una estúpida sonrisa y una carcajada de lo mierda que es tu vida. 

Y es que, con el tiempo, nos damos cuenta de que hacer creer a los demás que somos felices, nos hace un poco menos infelices. 

Sin mirar atras.

Creo que ha llegado el momento de que te diga ciertas cosas, cariño. Y es que te quiero como para escuchar tu risa toda la noche, porque si estás a mi lado, no necesito dormir; dormir es tiempo que no paso contigo. Te quiero como para no dejarte ir jamás, si te prometo un "para siempre", créeme que lo voy a cumplir letras por letra, palabra por palabra; puedes confiar en mi, pequeño. Te quiero como se quiere a ciertos amores, a la antigua, con el alma más que con otra cosa y sin mirar atrás, sólo mirando hacia delante, hacia nuestro presente y hacia nuestro futuro. 

domingo, 24 de noviembre de 2013

Desaburreme.

Mi domingo es aburrido. 

Pero podría estar bien si vinieras, pasáramos la tarde juntos, besándonos, abrazándonos, haciendo el gilipollas, riendo. 

Quizás podríamos ver una película, de esas que las empiezas pero no ves el final... ya me entiendes, cariño. 

O podríamos dormir, que sabes que me encanta. O hablar durante horas y horas. 

Así mi domingo igual es un poco más divertido, ¿no crees? 

lunes, 18 de noviembre de 2013

Érase una vez un colorin colorado.

Mario Benedetti.

Te libero de mí, de mis males, de mi mal genio, de los domingos por las tardes en donde nunca puedo más, del odio a mis cumpleaños, de no saber cómo hacer para regalarte algo que no pierdas. Te libero de mi desengaño, de tu karma, de mis novedades, de la contradicción que represento. Te libero de mis llamadas que te saben a autocompasión, de mis enredos, de mi cabello suelto, largo, sin peinar. Te libero de mi inconsciencia, del desconcierto a fin de mes, de la caída, de la llegada, de mi huida inevitable. Te dejo libre para que me dejes, para que me veas de lejos y me quieras menos.

Muerta en vida.

Estaba tan convencida de que tarde o temprano iba a ser engañada que decidió no casarse con él. 
No besarle por primera vez. 
No acudir a la cita. 
No comprarse ese vestido tan bonito. 
No hablar con él. 
No desear a nadie. 
No pensarlo siquiera.
No vivir. 

No, gracias.

Lo que sí puedo decir es que el amor a veces duele, duele mucho. 

Duele con tanta fuerza que a veces quieres dar un paso atrás y volver. 

Quedarte allí donde eras feliz, cuando sentías que los sueños eran posibles de cumplir. 

domingo, 17 de noviembre de 2013

Ay, margarita...

Dejó su destino en manos de una margarita despechada, que en todos sus pétalos guardaba para los enamorados un “no te quiere”.

sábado, 16 de noviembre de 2013

Ven.

"Volvamos a empezar". O no.

Me dice que quiere volver, que quiere que todo vuelva a ser como antes. Parece ser que su "antes" es diferente al mío. Él se divertía y yo sufría. Ahora que es al revés, que yo puedo rozar la felicidad con las yemas de los dedos y él está en el suelo, hundido, dice que quiere volver. 

Volver. 

¿Volver a qué? Nunca terminamos nada porque no hubo ningún comienzo.

Dolor.

"¿Ya no me quieres?", preguntó con un hilo de voz. 

Era una pregunta dolorosa. De hecho, la pregunta más dolorosa que había hecho en su vida. Todo su cuerpo se endureció para poder soportar la respuesta que tanto temía escuchar.  

"Ya no te necesito, así de simple", escuchó.

La (ll)amada equivocada.

Tenía que llamarle. No sabía por qué pero tenía que hacerlo. Necesitaba verle pronto, él era el único que podía llegar a llenar aquel hueco que tenía en el alma desde hacía tanto tiempo. Se armó de valor y cogió el teléfono. Con las prisas, se equivocó y le dejó en el buzón de voz el mensaje que realmente quería:

—Ámame cuando puedas, es urgente.

viernes, 15 de noviembre de 2013

¿Amor? Sexo.

Aquel desconocido le desnudó el alma arrinconándole el camisón debajo de la cama. 

Él no necesitaba más y ella no permitía menos. 

jueves, 14 de noviembre de 2013

No hay regreso.

Mírale, preséntate, deja que te invite a una copa, sedúcele, hazle el amor, amanece con él. 

Y luego no vuelvas. 

Nunca.

martes, 12 de noviembre de 2013

Ámala.

Quédate con ella y mírala dormir. No la despiertes, que está soñando contigo. Desvístela con los ojos, observa sus lunares y cada una de sus pecas. 

Recuérdate a ti mismo por qué te gusta tanto. 

Sal a fumar, pero déjale una nota. Dile cuanto la quieres y escribe que volverás. 

Vuelve. Si aún no ha despertado, susúrrale al oído que no hay tiempo que perder. Prepárale café y pídele bailar. 

Y después de todo eso, invítala a volar. 

sábado, 9 de noviembre de 2013

A solas.

Llamo a tu puerta y abres, sorprendido; no sabías que iba a ir esta noche. Me preguntas que qué hago ahí. Y sin darte tiempo a decir nada más te beso con pasión, pero sin pasarme. 

Me metes en tu casa, me desabrocho la gabardina frente a ti y la tiro al suelo. Por tu cara puedo imaginar que te gusta lo que ves. 

Sujetador y braguitas de encaje. Medias con liga. Taconazos. 

Pones esa cara, esa media sonrisa que me vuelve loca y me empotras contra la pared. 

Esta será una buena noche. Sí. 

Fria, casi gelida.

Era una chica fría que parecía que todo le importaba una mierda, pero hasta la más fría tiene sentimientos, tiene un corazón. Lo único que puedes esperar que salga de su boca es un mísero "te quiero". Sencillo pero sincero, siempre sincero. 

Mi idiota.

Me gustaba cuando se enfadaba. Por más que le picase diciendo que me soltara, él me abrazaba más y más fuerte. Y eso, eso ero lo más tierno que podía hacer. Por más que le llamase "idiota", no pasaba nada; porque era "mi idiota". Le quería; así de simple, así de para siempre. 

jueves, 7 de noviembre de 2013

Tu y yo contra el mundo.

Si quieres bailamos
 o nos besamos. 
Nos escondemos, te miro 
o nos miramos. 
Nos abrazamos o nada
. 
Si quieres me voy 
y no regreso. 
Nos olvidamos, nos dejamos
 y ya.
 

Asi de claro.

Si fueses más sincero con lo que te pide el cuerpo, con lo que deseas de verdad, ahora mismo, en lugar de estar perdiendo el tiempo con preguntas estúpidas, nos pondríamos de camino hacia la cama.

Quedate.

Yo sabía que nunca volverías; hay personas irretenibles. 

Entran en tu vida destinadas a salir de ella.

Puedes abrazarlas con todas tus fuerzas, pero lo único que consigues es que se vayan un poco más despacio. 

Porque es imposible abrazarlas con suficiente fuerza como para que se queden.

Cafeina para dos.

Me besa la sonrisa y me tiemblan las caderas. Su aliento huele a café y sus labios saben a galleta, a frutos secos y a alegría. Con sus ojos me cuenta mil historias y no dice ni una palabra. Y le miro. Le miro y me sonrojo. Y el corazón se me acelera. ¿Será amor o alguna de mis locas quimeras?

miércoles, 6 de noviembre de 2013

La atraccion del fracaso.

Ya que esto no tiene sentido, será mejor que nos pongamos de acuerdo y la próxima vez que salgamos huyendo el uno del otro, no lo hagamos en la misma dirección.


martes, 5 de noviembre de 2013

Expresarte mediante el arte, es amarte.

Yo nací para ser libre. 

Pero si en el camino mis piernas se enredan con las tuyas, juro que no he de quejarme.


Mejor aun, te invito a caminar juntos hasta que el cuerpo se nos desarme, que se nos vaya en besos la tarde y riamos hasta que la luna deje de usar al sol para brillar.


Te propongo que entrada la noche, entremos en desvelos y nuestros cuerpos se unan, que sean sin que se pertenezcan y no olviden su individualidad; eso es lo que les da sensualidad.

sábado, 2 de noviembre de 2013

Matematicas mal aplicadas.

Me gustaría medirte todo el cuerpo, usar mis manos como regla, aprenderme todos tus números de memoria. Lo alto, lo largo, lo ancho, calcularte el perímetro y el área. Conocer los ángulos entre tus dedos al acariciarme, la distancia entre tu amor y tu pasión, tu pasión y tu razón. ¿Cuál será la circunferencia de esas pupilas que dilatan las mías? Quiero descubrirte a kilómetros pero amarte a milímetros. Descifrar cada kilo de besos y el volumen de felicidad que te causo. Quiero grabarme la cantidad de veces que me lates por minuto.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Tu cuerpo, princesa.

Ponte unos tacones que realcen tu figura. Unas medias que hagan más largas tus piernas. Una camisa con un poco de escote. Ponte una colonia que se pegue a mi ropa y píntate los labios para marcar mi piel. Déjate las uñas no muy largas, pero lo suficiente como para clavarlas en mi espalda. 

Ponte guapa, sexy, atrevida, discreta, tímida, sensual, erótica... 

Esta noche serás mía. Y todo lo que te hayas puesto, quedará en el suelo, dejando a mi merced el lujoso cuerpo de la mujer que me gusta, el cuerpo que deseo poseer y hacer mío. 

Tu cuerpo. 

jueves, 31 de octubre de 2013

Las ventajas de ser un marginado.

Puedo verlo, en ese instante te das cuenta de que no eres una historia triste; estás vivo. 

Te pones de pie, ves las luces sobre los edificios y todo lo que hace que te asombres. 

Escuchas la canción de aquella noche en el coche con las personas a las que más quieres en el mundo. 

Y, en ese instante, sientes que somos infinitos.

Natural.

Era tan bonito, tan puro, tan intenso, tan natural. 

Eso mismo, natural. 

Sin forzar sonrisas, sin forzar abrazos, sin forzar besos, sin forzar un amor sólo para que fuera interesante.

martes, 15 de octubre de 2013

Se fue.

Él dijo que se iría y se llevaría todo lo que fuese de él. Y, en efecto, se fue y se llevó todas sus cosas, todo lo que era suyo. 

Se llevó todo. 

Y no me llevó a mí. 

Y yo era suya. 

viernes, 11 de octubre de 2013

Mejor separados.

Se rompieron el corazón de mutuo acuerdo. No pueden estar juntos. No quieren estar juntos. Pero si en verdad lo quisieran lo intentarían todo, pero no. Ambos son sensatos, realistas y demasiado románticos como para arriesgarse a perder todo “sólo” por intentarlo.

martes, 18 de junio de 2013

Escapar.

Esas ganas de mandarlo todo a la mierda porque sí, porque ya estás cansada.
Desaparecer, esa es la palabra. Daría lo que fuese por desaparecer ahora mismo de aquí. Lo mejor que me podría pasar es que el mundo se parase y en realidad toda mi vida haya sido un sueño. Bueno, mejor dicho una pesadilla.
En este instante me pasan muchas cosas por la cabeza; algunas buenas, pero la mayoría malas.
“¿Cómo puedo ser feliz?”, esa pregunta está demasiadas veces por mi mente. Pues bien, me gustaría apagar el móvil para siempre, tirarlo a la basura o algo parecido. Así nadie podría molestarme, porque sólo quiero estar sola. No sé si quiero soledad para siempre, para un mes o para un rato, pero es lo que hay. Eso sería lo primero que haría, pero claro, en los tiempos que estamos también tendría que desactivar twitter, tuenti y todas esas mierdas. La verdad es que creo que poca gente –por no decir nadie- me echaría de menos. Que sí, que se preguntaría que ha sido de mí, pero al cabo de unos días ya no se acordarían ni de mi nombre.
También podría irme de aquí. No digo irme de mi casa ni de mi barrio, digo irme lejos. Podría empezar una vida nueva apartada de todo y de todos; sin nadie que me juzgue por lo que ya he hecho. Comenzaría de nuevo, sin cometer los mismos errores. Aunque, ahora que lo pienso, seguro que lo volvería a joder todo. Cagarla, esa es mi especialidad.
Estoy segura de que un día me hartaré en serio, cogeré el pasaporte y adiós. La verdad es que no me importa a quién le puede afectar esto; es mi vida y si quiero cagarla, la cago.
Tengo que hacer una pausa para pensar en todo, en qué es lo mejor para mí. Ya no me importa lo que piensen los demás, me da igual que sea un total desconocido el que me juzgue o que sea mi madre.
Sinceramente, no entiendo por qué estoy escribiendo esto con lágrimas en los ojos; no quiero ser como soy, pero ya no puedo hacer nada, es demasiado tarde. 

lunes, 25 de febrero de 2013

No es precisamente "amargura".

Sí, conozco esa sensación. Es tan amarga y tan dulce, es tan fría y tan cálida, es tan bipolar. No sé, pero a veces pienso qué sería de la vida sin esa sensación, sin tener ese nudo en la garganta cada vez que algo va mal, o simplemente, cada vez que te entra ese bajón en el cuerpo, esas ralladas, esos putos pensamientos, esas mariposas en el estómago cuando le ves, esas miradas que se cruzan por un error provocado. Siempre pensé que el verbo “amar” provenía del verbo amargura, pero uno con el tiempo aprende que no. Sí, estoy hablando de eso, del amor.

viernes, 8 de febrero de 2013

domingo, 20 de enero de 2013

Desconecta el cerebro.

Hay días en los que te levantas y lo único que quieres hacer es encerrarte en tu habitación, meterte otra vez en la cama y llorar. Llorar hasta que no quede ni una puta lágrima en tus ojos. 
No hay ninguna explicación para que sientas todo esto de golpe, pero es lo que hay. 
De vez en cuando nuestro cerebro decide desconectarse y dejar que nuestro corazón saque a la luz lo más profundo de nuestro ser. O al menos eso es lo que creo yo.

Madrid matutino.

Abro los ojos y veo que el sol entra por la ventana. No sé qué hora es, tampoco es que me importe mucho. Me giro y le veo ahí, durmiendo como el angelito que no es, desnudo. Tiene arañazos en la espalda... la noche de ayer fue demasiado excitante. Le acaricio las marcas causadas por mis uñas y le beso el cuello. Se despierta y nos miramos a los ojos. Dios, qué ojos verdes... Me da los buenos días con un tierno beso en los labios.

Me levanto, aún desnuda, y me voy al baño a ducharme. Cierro la puerta y me miro al espejo. Madre mía, que pelos... no sé cómo no le he asustado y ha huido. Me meto en la ducha y abro el grifo, dejando que las gotas recorran todo mi cuerpo. Oigo la puerta y saco la cabeza por un lado de la cortina. Le veo ahí... y sigue desnudo, dios. Me mira con sonrisa picarona y se mete en la ducha conmigo. Al principio me da vergüenza, ¿pero qué vergüenza me puede quedar después de todo lo que hemos hecho?

Me coge por detrás y me besa el cuello y los hombros mientras me caricia la tripa y los pechos. Me doy la vuelta y nos besamos, con pasión pero sin pasarnos. Dicen que los besos bajo la lluvia son los mejores, ¿no? Pues se equivocan, los mejores besos son los que se dan bajo el agua de la ducha. Seguimos con besos, caricias, mordisquitos... pero preferimos salir de la ducha.

Cuando entramos en la habitación me tropiezo (muy típico de mi) y me caigo al suelo, dónde aún está la ropa tirada de ayer. Me tiende la mano mientras se ríe para ayudarme a que me levante, pero le empujo hacia mí y cae encima. Aún estamos mojados por la ducha, pero pronto nos secamos... la temperatura de nuestros cuerpos está empezando a subir demasiado. Cruzo mis piernas alrededor de su cuerpo para que no se escape, acercándole mucho a mí. Acercándole tanto que casi parecemos uno.

Seguimos con nuestro juego ahí, en el suelo. No podemos parar de besarnos, es algo superior a nosotros. Noto como su pene va endureciéndose por segundos, es hora de pasar a la acción. Parece que él también se ha dado cuenta y coge un preservativo de su pantalón vaquero, que está tirado en el suelo junto a nosotros. Le sujeto la mano para que no se lo ponga todavía. Bajo mi mano hasta su entrepierna y empiezo a hacerle una paja, dicho bastamente. Me encanta su cara de placer, me pone perra, demasiado perra. Su respiración se acelera, y junto a ella, mi mano. Me dice que pare, pero no le hago caso y me pongo encima de él, haciendo que me penetre. Se nota en su cara que no se lo esperaba, pero me da igual, yo sigo a lo mío. Se corre, lo noto.

Me dice con su mirada que lo siente, yo le respondo mordiéndome el labio, muy cachonda. Necesito sexo. Necesito que ÉL me dé sexo. Me pone de una manera que no es ni medio normal. Me tumbo en la cama y le digo con el dedo que venga. Me hace caso y se acerca, despacito, mirándome con deseo. Jamás me había sentido tan deseada como en este momento. Se sube a la cama y salta hasta mí. Me la mete con decisión, muy fuerte. Se mueve y yo le sigo. Se acerca y me besa el cuello. Yo gimo en su oído, cosa que se nota que le pone bastante. Me gusta. Cada vez nos movemos más deprisa, al ritmo de nuestros latidos. Disfruto como nunca, el paraíso está entre sus piernas, de eso estoy segura. Nos corremos a la vez, entre gemidos y gritos. Le beso una vez más y se tumba a mi lado. 

No te preocupes, hasta Barbie esta fea sin arreglar.