Tengo miedo.
Pero es un miedo
diferente.
No es como el miedo de quedarte sola en casa o el miedo de dormir
con todas las luces apagadas.
Es miedo a
que te hieran, a que des todo por alguien y no recibir nada o, simplemente, a
cagarla continuamente.
Es un miedo irremediable en el que no puedes dejar de
pensar; aunque hay algo en ti que te dice “no tengas miedo y haz lo que
realmente quieres hacer”.
Es algo incompatible con algunas personas, pero a la
vez muy compatible en ti.
Es miedo a decir lo que quieres de verdad por lo que pueda pasar.
Es miedo a decir lo que quieres de verdad por lo que pueda pasar.