martes, 18 de febrero de 2014

Un ojala se quedo por el camino.

Éramos distintos...
Yo tan primavera y él tan invierno; como la luz y la sombra, éramos opuestos, pero nos amábamos; yo amaba su frialdad y él amaba mi calidez; algo nos faltó pero nunca supe que fue, solo sé que éramos distintos, tan distintos que no pudimos remediarlo.

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