domingo, 22 de diciembre de 2013

Nunca.

No te enamores tampoco de un poeta. Ellos nos convierten en metáforas y nos reescriben tantas veces que al final no sabes quién eres, no sabes si eres tú la musa o alguien más. Además, mienten gloriosamente bien. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario