Me ha besado. Me he dado cuenta de que sus manos tiemblan si me escuchan hablar. Y que se pone nervioso justo cuando voy a besarle. Es tan tierno. Y que nunca se enfada porque no le diga que le amo cada día. Y sé que no voy a poder decírselo. Y me duele no poder hacerlo. Hay veces en las que odio ser así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario