sábado, 9 de noviembre de 2013

Mi idiota.

Me gustaba cuando se enfadaba. Por más que le picase diciendo que me soltara, él me abrazaba más y más fuerte. Y eso, eso ero lo más tierno que podía hacer. Por más que le llamase "idiota", no pasaba nada; porque era "mi idiota". Le quería; así de simple, así de para siempre. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario