Estaba tan convencida de que tarde o temprano iba a ser engañada que decidió no casarse con él.
No besarle por primera vez.
No acudir a la cita.
No comprarse ese vestido tan bonito.
No hablar con él.
No desear a nadie.
No pensarlo siquiera.
No vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario