martes, 12 de noviembre de 2013

Ámala.

Quédate con ella y mírala dormir. No la despiertes, que está soñando contigo. Desvístela con los ojos, observa sus lunares y cada una de sus pecas. 

Recuérdate a ti mismo por qué te gusta tanto. 

Sal a fumar, pero déjale una nota. Dile cuanto la quieres y escribe que volverás. 

Vuelve. Si aún no ha despertado, susúrrale al oído que no hay tiempo que perder. Prepárale café y pídele bailar. 

Y después de todo eso, invítala a volar. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario