Quédate con ella y mírala dormir. No la despiertes, que está soñando contigo. Desvístela con los ojos, observa sus lunares y cada una de sus pecas.
Recuérdate a ti mismo por qué te gusta tanto.
Sal a fumar, pero déjale una nota. Dile cuanto la quieres y escribe que volverás.
Vuelve. Si aún no ha despertado, susúrrale al oído que no hay tiempo que perder. Prepárale café y pídele bailar.
Y después de todo eso, invítala a volar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario