jueves, 7 de noviembre de 2013

Cafeina para dos.

Me besa la sonrisa y me tiemblan las caderas. Su aliento huele a café y sus labios saben a galleta, a frutos secos y a alegría. Con sus ojos me cuenta mil historias y no dice ni una palabra. Y le miro. Le miro y me sonrojo. Y el corazón se me acelera. ¿Será amor o alguna de mis locas quimeras?

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