lunes, 7 de abril de 2014

El viajero solitario.

Cuando somos más jóvenes somos presionados por un sistema muy absurdo. “Estudia una carrera, termínala, busca un trabajo, ahorra dinero para un coche, ahorra para una casa, cásate, trabaja, trabaja, trabaja hasta morir sin saber que viviste”. ¿Qué hay de viajar?, ¿de conocer el mundo?, ¿de aquellos sueños de ganarse la vida haciendo lo que uno ama? La juventud necesitamos ser educados, pero no se puede confundir nuestra carrera con nuestra vida, quien lo hace así termina por tener un corazón conformista e infeliz. Debemos invertir tiempo en nosotros mismos para conocernos, para descubrirnos antes de que la sociedad intente ponernos una venda de miedos a nuestras ideas. Vivimos en un mundo donde se nos enseña que es más importante hacer dinero que hacernos personas. Olvidamos el corazón, lo maravilloso de nuestra mente, la capacidad de asombrarnos. Es triste vivir así, pero es más triste saberlo y continuar en el engaño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario