lunes, 7 de abril de 2014

Malaci.

¿Alguna vez has experimentado la sensación de paz y libertad al estar con alguien? Las ganas locas de llenarle la cara de besos, de coger su mano y de abrazarle por la espalda. La manía inaguantable de estallar en carcajadas después de que el amor nos haya hecho y deshecho; y bailar desnudos bajo la regadera, haciendo nuestra propia lluvia. La armonía de verle leer en silencio absoluto, o de apreciar su cara de sueño después de haberle regalado pequeñas y maravillosas muertes. Todo esto, ¿lo has sentido? Yo sí... y me brinca el pecho y se me sacude el alma y quiero reír y llorar y la sonrisa no se me escapa... no sé, no sé de qué se trata.

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